Novela: Y entonces llegó la tempestad...
Capitulo 9.
Escrito por Cristina Garrigós Muro.
De pronto, se oyó un ruido venia del salón del barco. Todo el barco y los marineros, tripulantes se levantaron para haber que pasaba. El asesinato había ocurrido de madrugada, el médico, la policía del barco también quisieron saber qué es lo que pasaba y se acercaron para investigar. Había una mujer muerta en la piscina, el cuerpo estaba bocabajo y tenía un puñal clavado en la espalda, el resto de la piscina estaba cubierta de sangre. Entre un grupo de marineros, el médico y el policía consiguieron sacar el cuerpo y limpiar la piscina de la sangre y los restos. Todo el barco estaba en el estado de shock. Durante días cerraron la piscina, mientras tanto todos estaban intentando entender lo que había pasado después de la fiesta de aniversario de Andrés. Todo parecía tan raro, pero a la vez tan misterioso, resulta que había un asesino en el barco y ¿Qué podíamos esperar? Todos podemos ser sospechosos. Jimena y Antonio se encontraban sentados en la mesa durante el desayuno, junto a Penélope, Miguel y sus hijos.
-Es increíble que haya un asesino entre nosotros-Dice Jimena.
-Nosotros estábamos tranquilos, incluso hicimos el amor-Dice Jimena.
-Todo fue tan rápido-Dice Jimena.
-Lo peor de todo es que era una pasajera de clase baja-Dice Miguel.
-Pobrecilla-Dice Jimena.
-Trabajaba con su madre echando carbón al barco para conducir el barco- Dice Miguel.
-Su madre está destrozada-Dice Miguel.
-¿Qué hacía en esas horas en la propa del barco?-Pregunta Antonio.
-Se estaría dando un paseo, o trabajaba de madrugada y necesitaba un descanso-Dice Miguel.
-Hay algo que no me cuadra-Dice Jimena.
Los niños miraban sorprendidos.
-Mama ¿Por qué está cerrada la piscina?-Dice Jana.
-Ha habido un problema y han tenido que solucionarlo, en cuanto puedan volverá a estar abierta-Dice Penélope.
Después de desayunar, Penélope, Miguel y los niños se fueron la habitación a jugar con los juegos de mesa. Aquel día era domingo y los niños no tenían que ir al colegio. Mientras Jimena y Antonio se dedicaron a investigar lo que pasaba en el barco. El inspector Hugo Borja, se encargaba de ir interrogando a los pasajeros del barco. Jimena y Antonio vieron como el inspector se metía en una habitación de unos pasajeros. Jimena y Antonio se miran sorprendidos.
-¿Quién ese?-Pregunta Jimena.
-Debe ser el inspector-Dice Antonio.
-¿Inspector?-Pregunta Jimena.
-Este barco tiene de todo-Dice Jimena.
-Pues si-Dice Antonio.
Jimena suspira.
-Vámonos de aquí-Dice Antonio.
-Me empieza a oler mal-Dice Antonio.
Jimena y Antonio se dan la vuelta y se van a su habitación. Durante un rato Jimena y Antonio estuvieron en su habitación, hasta que finalmente les llamaron a la puerta para interrogarles. Llaman a la puerta.
-¿Quién es?-Pregunta Jimena en voz alta.
-Inspector-Dice el inspector Hugo.
-Hugo-Dice el inspector Hugo.
-Un momento-Dice Jimena.
Jimena y Antonio se dan un beso en los labios. Jimena y Antonio se separan. Jimena le pone las manos en la cara de Antonio.
-Tranquilo, no hemos sido ninguno-Dice Jimena.
-Estamos dormidos y enamorados-Dice Jimena.
-Queréis abrir por favor-Dice Hugo en voz alta.
-Ya va-Dice Jimena en voz alta.
Jimena y Antonio se acercan a la puerta y abren la puerta.
-Inspector Hugo-Dice Jimena.
Jimena y Antonio saludan al inspector Hugo.
-Un placer-Dice Jimena.
-¿Puedo pasar?-Pregunta el inspector Hugo.
-Si-Dice Jimena.
Jimena y Antonio dejan pasar al inspector Hugo. El inspector Hugo entra en la habitación de Jimena y Antonio. El inspector Hugo lleva un maletín muy grande, de color rojo en la mano derecha y en la mano izquierda una libreta y un bolígrafo. Jimena y Antonio miran al inspector Hugo. Jimena mira asombrada a Antonio.
-¿Busca algo inspector?-Pregunta Jimena.
-Una silla-Dice el inspector Hugo.
Jimena se acerca y le da una silla al inspector.
-Ten-Dice Jimena.
El inspector Hugo se sienta en la silla.
-¿Quiere tomar un te?-Pregunta Jimena.
-Gracias-Dice el inspector Hugo.
Jimena le prepara el té al inspector Hugo.
-Bueno-Dice el inspector Hugo.
-¿Cómo os llamáis?-Pregunta el inspector.
-Jimena y Antonio-Dice Antonio.
-Somos pareja-Dice Antonio.
-Vamos a tener un hijo-Dice Antonio.
Jimena se le da él te a Antonio. El inspector Hugo se toma el té. El inspector deja el té encima de la mesa.
-Bien-Dice el inspector Hugo.
-Empecemos-Dice el inspector Hugo.
-Antonio me acaba de decir que sois pareja, así que me imagino que esa noche estabais juntos-Dice el inspector Hugo.
-Me gustaría saber que estuvieron haciendo antes de que se cometiera el asesinato-Dice el inspector.
-Estuvimos en una fiesta que se celebraba en honor al primer aniversario como capitán Andrés y también anunciamos nuestro embarazo, después seguimos en la fiesta, la cosa se alargaba hasta las tres de la madrugada, después volvimos a dormir aquí y hicimos el amor-Dice Antonio.
-¿Vieron algo raro, sospechoso durante la fiesta, alguna persona, drogas, alcohol etc.?-Pregunta el inspector Hugo.
-Nada-Dice Jimena.
-Todo estaba bien, debido a mí estado no pude tomar nada más que Coca-Cola y un poco de agua, pero por lo demás todo bien-Dice Jimena.
-¿Conocían a la víctima?-Pregunta el inspector Hugo.
-No-Dice Jimena.
-Nunca la habíamos visto -Dice Jimena.
-Lo único que sabemos es que trabajaba en las máquinas de abajo, como carbonera, ayudando a mover el barco-Dice Jimena.
-Así es ¿Cómo sabe usted eso Jimena?-Dice el inspector Hugo.
-Me lo ha dicho un amigo-Dice Jimena.
-¿Qué amigo?-Pregunta el inspector Hugo.
-Miguel Tornasol-Dice Jimena.
El silencio les perturbo durante unos minutos. Al cabo de un rato el inspector Hugo se fue de la habitación de Jimena y Antonio.
-Gracias-Dice el inspector Hugo.
Después de interrogar a todos los pasajeros, marineros, la tripulación, etc. El inspector Hugo se fue a su camarote a reflexionar sobre el asesino. Se sentó en su escritorio y comenzó a revisar su cuaderno de notas, una por una todas las anotaciones que había ido apuntando. Trascurridas las horas llego a la conclusión de que se trataba de un accidente, la víctima se encontraba en la fiesta entre nosotros, al terminar y recoger todos los restos que había esparcidos por el suelo, se tropezó con una escoba tirada en el suelo, se cayó hacia atrás y se calvo un puñal, intento levantarse, pero ya había sido demasiado tarde, entonces es cuando se oyeron los gritos, su cuerpo empezó a moverse lentamente, hasta que cayó al agua y finalmente murió ahogada. El inspector Hugo dio parte al capitán y después fue comunicado a todo el barco. Se decretó una semana de luto, por la doncella muerta. Todo volvió a la normalidad. Después de esto, ya no se volvieron a dar ningún caso de encontrar el cuerpo sin vida de alguien que pertenezca al barco Catalina.
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